*-Gora

A QUIÉN VES EN EL ESPEJO? (*)

En la entrega anterior de esta columna, y tratando de asumir un tono humorístico, efectuamos una aproximación a las cartas que los Tarotistas solemos llamar Cortesanas, valiéndonos de la clásica terminología feudal, pero que en realidad, y tal como lo veíamos entonces, no son ni más ni menos que arquetipos ubicables en cualquier tiempo y sociedad, una muestra representativa de un vecindario típico cualquiera.

Cabe recordarles que lo que aquí tratamos es apenas una introducción sintética al Tarot, tratando de no ingresar en definiciones más profundas para no complicarnos demasiado.
La intención siempre es la de que podamos manejar un mazo de Tarot de una forma sencilla, a la vez que práctica.

Con esa intención me refería a las figuras de los Reyes y Reinas de esas cartas como la representación de los padres en una familia clásica, a los Caballeros como a los hijos, y a las Sotas o Pajes como a las hijas.

Sin embargo la cosa suele no ser tan simple a la hora de una lectura. Ya les he dicho que el Tarot es un instrumento vivo, que suele expresarse de formas sorprendentes, desafiando la capacidad interpretativa del lector. Es este último el que deberá esforzarse por captar lo que el Tarot intenta decir, utilizando solamente esos setenta y ocho símbolos básicos que lo componen e integran.

De esta manera no siempre un Paje es una chica, ni un Caballero un chico, ni los Reyes los padres. Es en el contexto de una determinada lectura que asumirán su rol particular.
De la misma forma tampoco los integrantes de la suite de Oros tienen por qué ser de raza negra (según la adjudicación que suelo utilizar, aunque hay otros sistemas) o las Espadas personas blancas de pelo oscuro, o las copas lo mismo, pero de pelo castaño, y los bastos a los rubios o pelirrojos.

Las atribuciones astrológicas tampoco son siempre las mismas. Los Oros no siempre representarán a personas de signos de Tierra, las Espadas a las de Aire, los Bastos a las de Fuego, y las Copas a las de Agua. Aunque es verdad que suelen ajustarse a esos patrones, al menos por lo que he podido comprobar en mi propia experiencia, eso no quita que se puedan identificar con otros.

Las edades también pueden sufrir alteraciones. Un Paje podría representar a una persona de edad avanzada, pero con una forma de vivir más infantil, lo mismo que un Rey a un joven con una personalidad mucho más madura que la propia a su edad.

Y si las edades son complicadas ni hablemos de los sexos o de las opciones y comportamientos sexuales y sociales.
Una Reina, por ejemplo, no siempre hará referencia a una mujer. Un Rey no siempre señala a un hombre.

Cuántos serán los que se miran al espejo y más que su figura externa, lo que ven es a su verdadero ser y sentir? Quizás tú no veas al chico que todos los demás ven, sino a esa hermosa mujer que sabes que eres, esperando la oportunidad para poder mostrarse al fin! Quizás no sea a la muchacha pasada de peso a la que veas reflejada, sino a la chica magra que deseas ser. O al revés, cuántos se mirarán y se verán viejos y arrugados, con ganas de hacerse otra cirugía para desimularlo, mientras todos los otros los vemos perfectos, juveniles y lozanos?

Por eso el Tarot puede llegar a mostrar la imagen que es verdaderamente significativa para el consultante, o de aquellos por los que este pregunta, y no la apariencia externa de las personas. Para poder distinguir esas características a veces se necesitan muchos años de experiencia. No es para nada raro toparse con intérprertes amateurs que mareados dan vueltas sobre los naipes buscando color de ojos y de cabellos, sin ser conscientes aún de esa gran sutileza del Tarot.

Pero las complicaciones no terminan ahí. Podríamos pensar que cuando de ubicar personas se trata - aún considerando las anteriores anotaciones - mientras estemos frente a las cartas Cortesanas alcanzará para lograrlo, pero tampoco es así. No es para nada raro que las encontremos señaladas también por alguno de los Arcanos Mayores, o incluso por cualquiera de las cartas numeradas, las pips.

Cual es la solución al problema, entonces?

La respuesta es que no existe una fórmula exacta.

Volvemos a la afirmación de que la regla más segura en la utilización del Tarot es que justamente no existe ninguna regla segura, lo cual lejos de desalentarnos nos atraerá mucho más, al menos a los que seamos lo suficientemente valientes como para enfrentar el desafío. Es por eso que siempre digo que la tarea de un Tarotista no es de las más fáciles, por cierto.

Todo dependerá de muchos factores, entre los que se contará la situación azarosa del intérprete, la del consultante, y la del propio Tarot, como bien señala Jodorowsky.

Pero al final podremos desentrañar y resolver las contradicciones, siempre y cuando logremos estar lo más abiertos y alertas posibles.
A esto nos impulsa el Tarot. A mantener una posición ecléctica ante todo. A la unión de nuestro ser racional con el intuitivo. A la utilización de todas nuestras capacidades.
A abrirnos a otras posibilidades de percepción.

Por un lado se tratar de adquirir más información de los que nos rodea, volviéndonos más conscientes de los datos que podamos accesar en el natural encuentro con la realidad rutinaria, a la vez que permanecemos abiertos al misterio, a lo que está más allá de lo asequible a través de los sentidos ordinarios, contactando directamente con la fuente.

Por supuesto que no sólo se trata de un emprendimiento bastante difícil, sino que además es muy peligroso. Y esto es una afirmación que nada tiene que ver con los tabúes y ridículos preconceptos acerca de los peligros de tratar con estas fuerzas a riesgo de sacrificar nuestra alma entregándola a un supuesto diablo o demonio y así perdernos el paraíso, esgrimidos fundamentalmente por algunas tendencias religiosas, que en el fondo no dudarían en mandarnos a la hoguera si pudieran, seguramente molestos por no poder contarnos entre sus posibles víctimas de lavado de cerebro.

El asunto en concreto es cómo llegar hasta allí sin perdernos a nosotros mismos, o mejor dicho, sin alejarnos de nuestra usual definición de lo que entendemos por nosotros mismos.
Porque el Tarot nos detalla este mundo ilusorio, pero también nos concientiza de la Ilusión, y nos cuenta de la Verdad.

Y ésta es que no somos ni Reyes ni Reinas, ni Pajes ni Caballeros. Los somos todos a la vez, y no somos ninguno de ellos, aunque lo parezcamos por ciertos períodos.

A los suficientemente niños, a la vez que suficientemente viejos, y suficientemente hombres, tanto como suficientemente mujeres, a los suficientemente cuerdos, como lo suficientemente locos, gordos y flacos, negros y blancos, jóvenes y viejos... a todos los suficientemente algo como para animarse a seguir escarbando en la madriguera del conejo: 


LOS ESPERO EN LA PRÓXIMA ENTREGA...

MáXImO.-

http://tulecturadetarotgratis.blogspot.com/



(*) ver :

Primera Entrega: LOS PRIMEROS ENCUENTROS CERCANOS.
Segunda Entrega: LA HERENCIA SAGRADA
Tercera Entrega: UNA LECTURA GENERAL EXPRESS POR FAVOR!
Cuarta Entrega: NATURALEZA DE LA ADIVINACIÓN
Quinta Entrega: EL SALTO DEL LOCO: GRAN BIENVENIDA AL TEATRO DE LA MEMORIA
Sexta Entrega: UNA VIDA DIVIDIDA EN CINCO
Séptima Entrega: UNO MÁS CINCO DOS, DOS MENOS UNO CINCO…WHAT?!!!
Octava Entrega: MEZCLAR BIEN TODOS LOS INGREDIENTES
Novena Entrega: CADA FAMILIA ES UN MUNDO!




- Cómo sabes que estoy loca?
- Debes estarlo, de lo contrario nunca habrías llegado hasta aquí !

DÍALOGO ENTRE ALICIA Y EL GATO
alicia en el país de las maravillas
LEWIS CARROLL

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